Una vez abrí un blog que titulé Matad a la bruja del Norte. Durante mucho tiempo fue mi mapa de lectura, el lugar donde registraba los libros que pasaban por mis gafas.

Cuando piensas en lo que lees descubres lo que no lees. Al principio tuve el impulso de reseñarlos, pero las reseñas requieren tiempo y talento, de manera que opté por escoger un simple fragmento y acompañarlo de su portada.

Con la energía ahorrada con aquellas reseñas que no llegaron a ser escribí una novela a la que puse por título La lluvia en el muro. En el menú principal encontrarás, si lo decides, un enlace a su historia y a ella misma, por si te diera por leerla.

La Clepsidra sigue creciendo. A veces con las huellas de mis lecturas. A veces con otras cosas.

Y así vamos.