Benito Pérez Galdós. Mendizábal.
-Señora mía -respondió D. José plantándose la mano abierta sobre el pecho-. Por el nombre que llevo, nombre ilustre si los hay; por la salud de mis hijos, por el…
VICENT ROS LÓPEZ
-Señora mía -respondió D. José plantándose la mano abierta sobre el pecho-. Por el nombre que llevo, nombre ilustre si los hay; por la salud de mis hijos, por el…
La Restauración había sido una de esas fases intermedias difíciles de definir. Así como los hombres cansados exigen reposo, los hechos consumados exigen garantías. Es lo que Francia exigió a…
Yo me acerco al fuego. -Sr. Azorín, ¿ha visto usted ya las antigüedades de nuestro pueblo? Yo he visto ya las antigüedades de Argamasilla de Alba. -Don Cándido -me atrevo…
Engolaba la voz y adquiría un pesado aire de afrenta, una sonrisa amarga de desengaño o de desdén que tal vez había aprendido de los galanes del teatro: él, aunque…
Bien, esos cinco desgraciados tienen esposas, hijos, electores, adversarios, amigos y enemigos que les hacen chantajes, amigos y enemigos que controlan sus pasos y sus teléfonos… Tienen también su amante,…
También anda triste Cayetano. ¿Por qué? Tiene lo que apeteció durante toda su vida, y nadie se lo disputa. Pero es el caso que anda triste. Al principio, nos chocó.…
Hizo con la mano un movimiento vago, resumidor, y bajó la cabeza. – A veces crees ver una salida, y corres como una loca, para darte, al final, de narices…
El albañil apareció en la puerta del salón. – Ya está. Venga a verlo. Traía una llave grande, de hierro. Explicó que colgaba de un clavo, en la misma puerta,…
DR.- Ibas a contarme lo de los muertos de la sima, ¿recuerdas, Pacífico? PP.- Aguarde, sí señor, es cierto, que de unas cosas me voy a otras, sin darme cuenta.…