Azorín. La ruta de don Quijote. Alianza editorial
Yo me acerco al fuego. -Sr. Azorín, ¿ha visto usted ya las antigüedades de nuestro pueblo? Yo he visto ya las antigüedades de Argamasilla de Alba. -Don Cándido -me atrevo…
VICENT ROS LÓPEZ
Yo me acerco al fuego. -Sr. Azorín, ¿ha visto usted ya las antigüedades de nuestro pueblo? Yo he visto ya las antigüedades de Argamasilla de Alba. -Don Cándido -me atrevo…
Engolaba la voz y adquiría un pesado aire de afrenta, una sonrisa amarga de desengaño o de desdén que tal vez había aprendido de los galanes del teatro: él, aunque…
Bien, esos cinco desgraciados tienen esposas, hijos, electores, adversarios, amigos y enemigos que les hacen chantajes, amigos y enemigos que controlan sus pasos y sus teléfonos… Tienen también su amante,…
También anda triste Cayetano. ¿Por qué? Tiene lo que apeteció durante toda su vida, y nadie se lo disputa. Pero es el caso que anda triste. Al principio, nos chocó.…
Hizo con la mano un movimiento vago, resumidor, y bajó la cabeza. – A veces crees ver una salida, y corres como una loca, para darte, al final, de narices…
El albañil apareció en la puerta del salón. – Ya está. Venga a verlo. Traía una llave grande, de hierro. Explicó que colgaba de un clavo, en la misma puerta,…
DR.- Ibas a contarme lo de los muertos de la sima, ¿recuerdas, Pacífico? PP.- Aguarde, sí señor, es cierto, que de unas cosas me voy a otras, sin darme cuenta.…
En los bancos que rodeaban el fuego no cabía más gente: mozas que hilaban, otras que mondaban patatas, oyendo las chuscadas y chocarrerías del tío Pepe de Naya, vejete que…
«Don Abundio Jovellanos acabó colgado en un enorme nogal de su finca, semidesnudo, rebosante de alcohol y sin más posesión que su ropa interior: unos largos calzones de cuerpo entero.…