Emilia Pardo Bazán. Los pazos de Ulloa.
En los bancos que rodeaban el fuego no cabía más gente: mozas que hilaban, otras que mondaban patatas, oyendo las chuscadas y chocarrerías del tío Pepe de Naya, vejete que…
VICENT ROS LÓPEZ
En los bancos que rodeaban el fuego no cabía más gente: mozas que hilaban, otras que mondaban patatas, oyendo las chuscadas y chocarrerías del tío Pepe de Naya, vejete que…
«Don Abundio Jovellanos acabó colgado en un enorme nogal de su finca, semidesnudo, rebosante de alcohol y sin más posesión que su ropa interior: unos largos calzones de cuerpo entero.…
Emilio Carrere, mujeriego, actor aficionado, frecuentador de cafés nocturnos y casas de mala nota, además de experto en ocultismos varios y necrófilo, formó parte -por propia elección- de la excéntrica…
«- Mi primero -le dijo el furriel despertándole bruscamente de su espléndido sueño militar-, para el rancho de hoy me han dado una cosa que llaman patatas. Mire, mire: son…
Y me permito recordar a los señores del Tribunal otra de las declaraciones aquí escuchadas. (…) Según este resumen, preguntado el testigo por las clases que dictaban el difunto y…
«Desde el momento en que los barcos de la VI Flota empezaron a atracar en el puerto de Barcelona, allá por el 51, le desagradaron esas hordas de marineros grandullones…
Se dejó conducir como sonámbula y, desnuda, se introdujo entre las sábanas tibias, pegada contra el cuerpo de su marido. Siempre bastaba con el olor de su piel, la firmeza…
Yo no podía saber quién era el ciego, ni a dónde iba ni lo que al llegar a su casa descubriría por el sutil tacto de los dedos que habrían…
– ¿Adónde, señor? -preguntó el cochero. – ¡Adonde le parezca! -dijo León, empujando a Emma dentro del coche. Y el pesado vehículo se puso en marcha. Bajó por la calle…