También anda triste Cayetano. ¿Por qué? Tiene lo que apeteció durante toda su vida, y nadie se lo disputa. Pero es el caso que anda triste. Al principio, nos chocó. Ahora, estamos acostumbrados y ya no se comenta. Apenas se habla de él; y ese poco, bien. Dicen por ahí fuera que no tenemos libertad. ¡Qué tontería! La gente sigue bebiendo; se murmura del Gobierno cuando sale a cuento, y en las noches de calor la juventud fornica en los sembrados que es una gloria. ¿Habrá libertad mayor? El que no esté contento, que se vaya. Pero Pueblanueva del Conde es un paraíso, si se compara con lo de antes. Y lo será para siempre.

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