Planes (Sucessos…, t. I. f. 209 r.) menciona la prisión de Blanquer y Josep Ortí, pero no dice su motivo. No obstante, con fecha del día siguiente mismo, hace una larga explicación del hecho. «Salieron desterrados de Valencia, con escolta, el jurado Pedro Luís Blanquer y don Joseph Ortí, de orden de la Chancillería, para el castillo de Pamplona. No es el motivo por infidentes, pues siempre han sido, son y serán finos vasallos del señor Felipe V. Son tiempos delicados. Se murmura no poder ser otra la causa que el haber hecho un memorial, de orden de los jurados, don Joseph Ortí, en que se defiende no ser rebeldía la entrega de esta ciudad al archiduque, sino fuerza y desgracia, por estar la plebe inclinada y no haber soldadesca que la defendiese ni haber dado providencia el virrey Villagarcía para cosa alguna, antes bien haberse negado a todo y haberse rebelado el regimiento de caballería catalana con su coronel Nebot, el qual le había puesto el rey y le pagaba la Ciudad para resguardarse de Denia, que estaba ocupada por las armas carolinas. Si saliera como «manifiesto» no lo hubiera sentido el rey; pero como iba como «memorial», lo sintió mucho y los desterró. Dícese que el jurado tenía orden de don Antonio del Valle, para que no se remitiese a su magestad, y que también había tenido ocasión de disgustar al presidente Colón, pues sobre que si le tenía que dar qüenta de lo que obraba como justicia criminal que administraba ese cargo y exercía ese cargo y jurisdicción, el jurado Blanquer le dixo que tenía los despachos de jurado y de justicia de su magestad y que les había manifestado, pero que nadie había visto los despachos del señor Colón, en que le nombraba su magestad por presidente. Y el señor don Antonio del Valle y el presidente Colón habrán informado contra el jurado y Ortí, y aún contra el impressor Antonio de Bordazar, que hoy le han encarcelado, para mortificarles. Y en Madrid han tenido asidero en que más era manifiesto que memorial, pues en él sindicaban a su magestad, culpándole de que no había embiado tropas como las que había pedido la Ciudad; y al virrey, culpándole de omisso. Todo ayudó, pero lo dicho: fue la causa que salió como memorial y no como manifiesto. Refiero lo que se dice: que yo sólo puedo decir que somos desgraciados, los valencianos, pues cuantos medios se han aplicado para defenderse fieles al señor Felipe V, se les desvanecieron. Y ahora, cuantos parecían medios buenos para, implorando, merecer la clemencia del rey nuestro señor, parece sirven para mayores desconsuelos de esta ciudad y reyno. Hágase la voluntad de Dios en todo, y si en esta vida no es su gusto les encontremos, Él quiera concedérnosles en la gloria. Amén.»

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *