Arturo Barea. La forja de un rebelde. La llama (III). Ed. Biblioteca El Mundo
Dicen que la guerra llegó a Madrid por la Casa de Campo, que era negra como las sanguijuelas, y que cada mañana subía la cuesta de San Vicente para devorar…
VICENT ROS LÓPEZ
Dicen que la guerra llegó a Madrid por la Casa de Campo, que era negra como las sanguijuelas, y que cada mañana subía la cuesta de San Vicente para devorar…
En la Comandancia de Ingenieros de Ceuta, los oficiales del ejército de África vendían los caballos para así quedarse con el dinero. Barea hubiera preferido un colegio de la Institución…
Hay libros que le evocan cosas a uno. A mí el de Barea me recuerda a mi padre. Lo veo en una de aquellas tardes de invierno envuelto en su…